No quería hacer una alegoría a Hermes, pero seguro que en algo así estaban pensando los fundadores de Red Wing cuando en 1905 comenzaron a fabricar auténticas alas para los pies de los trabajadores y cazadores americanos. El proceso puede haber cambiado tecnológicamente con los años, pero en más de cien años continúan respetando la calidad y confort que dieron a sus primeros modelos.

En Parafernalia hemos escogido tres ejemplos hechos a semejanza de los dos modelos culpables (877 y 875) del éxito mundial de la casa: el 8438, el 8878 y el 875 original. Los tres tienen la forma moc
, denominada así porque copiaba la forma de los mocasines indios que se importaban en aquella época (principios del XX), cuerpo de piel natural tratada y teñida (barnizada en el caso del 8138) y suela de goma crepé de cosido Goodyear.
Hoy en día el 875 y sus hermanos continúan siendo el modelo más vendido y usado por todo el mundo, desde los que las usan para trabajar, a los que las llevan como street wear o piezas únicas de estilo. Imagino que cuando en las primeras décadas del siglo pasado se pusieron de moda, siendo el must have entre los cazadores y gremios de trabajadores en Europa, ya sabían lo que hacían.
Aquí podéis ver el ambiente de una de sus fábricas en Minnesota, según dicen, al entrar allí y tratar con los dueños y trabajadores, te das cuenta de que aún tras el crecimiento de la empresa con el paso del tiempo, continúa siendo la pequeña compañía familiar que comenzó en 1905.
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